CRANEOFARINGIOMA: EFICACIA DE LA NEUROENDOSCOPIA Y RADIOCIRUGIA ESTEREOTACTICA
Un tumor ominoso que se presenta en la infancia y ocasionalmente en el adulto es el craneofaringioma. Aunque es de naturaleza benigna su ubicación en la silla turca afecta a los nervios ópticos, nervios craneales, vasos cerebrales principales, hipotálamo y diencéfalo le dan características de malignidad Es común ver que estos pacientes tengan afectada la visión, por daño al nervio óptico (50%) y trastornos hormonales (60 a 75%) que se traducen en sed, micción excesiva (diabetes insipidus) y detención del crecimiento. La perdida visual, la hidrocefalia y la hipertensión endocraneana (dolor de cabeza, nauseas, vómitos) determinan una solución quirúrgica a la brevedad.
La cirugía transcraneal ha sido el tratamiento tradicional para el craneofaringioma y es altamente desafiante por estar este tumor adherido firmemente a estructuras muy delicadas que compromenten el pronostico del paciente. Se ha reportado hasta 20% de morbilidad ( mayor deterioro visual, diabetes insípida e hipopituitarismo) y 12% de mortalidad y recidiva resección incompleta tumoral en 20% de casos.
Otra opción es una cirugía parcial con radioterapia complementaria con lo que se logra un control de 72 a 89.6% sin considerar el déficit cognitivo propio de la radioterapia. A pesar de ello un 12 a 25% de los craneofaringiomas vuelven a crecer con el tiempo y en estos casos la mortalidad es de 50-80%. Se han publicado otros tratamientos con radioisótopos o quimioterápicos depositados en el mismo quiste tumoral con resultados variados y excepcionales.
las técnicas minimante invasivas como la neuroendoscopia y la radiocirugia han permitido vislumbrar una opción realmente esperanzadora y exitosa por los resultados. Puesto que la mayoría de los craneofaringiomas tiene un componente quístico y otro sólido en franco crecimiento; tratamos esta enfermedad primero resolviendo la parte quistica con neuroendoscopia cerebral y luego la parte sólida con radiocirugia estereotáctica logrando de esta manera la exclusión tumoral .
- Fig.1. Se observa en primer plano la neuroendoscopia que permite eliminar el componente quistico, en segundo plano las imagenes endoscopicas del craneofaringioma y en tercer plano la aplicación de la radiocirugia estereotactica como tratamiento final.
De un lado la neuroendoscopia es una técnica mínimamente invasiva que brinda un acceso rápido al componente quístico de craneofaringioma a través de un pequeño orificio craneal, de esta manera se evita la necesidad de abordajes craneanos amplios y retracciones del tejido cerebral. La técnica se realiza mediante un neuroendoscopio acoplado a un sistema de video en tiempo real. El neuroendoscopio aborda el componente quístico del craneofaringioma, evacuando el contenido oleoso del quiste y retirando las paredes, dejando el componente sólido para una segunda fase del tratamiento con radiocirugia estereotáctica en forma ambulatoria y con anestesia local.
La radiocirugía estereotáctica es una técnica neuroquirúrgica moderna que se realiza en la Clínica San Pablo y consiste en la aplicación de una megadosis puntual de energía radiante sobre un punto objetivo intracraneal definido por estereotáxia (en este caso el craneofaringioma) protegiendo el tejido cerebral colindante; el efecto final de la radiocirugía es producir radionecrosis y con ello la exclusión de la lesión tumoral.
Los resultados de nuestros casos tratados controlados a largo plazo son la desaparición completa del tumor sin complicaciones visuales o de trastornos hormonales; logrando una rápida restitución social y psicológica del paciente.
Nuestra Experiencia confirma la efectividad y confiabilidad de esta técnica mínimamente invasiva para la solución de este tipo de tumores cerebrales.
- Fig 2. En las imagenes superiores se observa la resonancia magnetica nuclear cerebral axial, coronal y sagital preoperatoria de un craneofaringioma quistico en un niño de 7 años , se evidencia severa compresión del diencefalo y del hipotalamo e hidrocefalia. Las imagenes inferiores muestran la resolución completa del tumor a los 23 meses. El paciente se encuentra actualmente asintomático.